viernes, 10 de agosto de 2012

Command & Conquer: Tiberian Sun

-Desarrollado por: Westwood Studios.
-Publicado por: Electronic Arts (EA Games)
-Año: 1999.
-Plataforma: PC.
-Expansión: Firestorm (2000).


  En 1999 los más grandes de los RTS volvían: Ensemble con su AoE II: The Age of Kings, Cavedog con su nuevo Total Annihilation: Kingdoms, Blizzard volvía a apostar por el Warcraft II: Tides of Darkness en una versión renovada para Windows dejando atrás al sistema DOS (a la espera de la tercera entrega), entre otros. Faltaba el regreso de uno de los juegos que sentó las bases en los RTS después de Dune II. Es obvio que se trata del Command & Conquer, que hasta ese momento había tenido dos juegos, Tiberian Dawn y Red Alert, junto a sus expansiones. Luego de resucitar a Dune con Dune 2000, era urgente renovar la saga C&C. Y es así como en aquel año C&C volvió con un nuevo juego, el segundo capítulo en la subsaga tiberiana. 


HISTORIA
  La historia nos traslada al año 2030. Hubo un tiempo de paz luego de la derrota de Kane y Hermandad del Nod, después de que el templo en Sarajevo fuera desintegrado por el cañón de iones de la GDI. La Tierra está mutando gracias al extraño cristal verde (ahora también en este juego hay de color azul) de origen extraterrestre llamado tiberio y están surgiendo nuevos hábitats, con flora y fauna extrañas, así como también seres humanos con mutaciones debido a su exposición a los cristales. Además, hay muchos terrenos baldíos, zonas devastadas luego de la Primera Guerra Tiberiana. Sin embargo, el tiempo de paz se quiebra cuando comienzan a suceder ataques de Nod en diversas partes del planeta. Para sorpresa de todos, Kane volvió y así comenzará una nueva guerra entre la GDI y el Nod por el preciado cristal extraterrestre.


JUGABILIDAD.
  C&C:TS mantiene la jugabilidad de siempre, pero con algunos añadidos nuevos, como es de esperar. Primero que nada tenemos construcción en cola, un paso adelante en los RTS de Westwood, aunque limitado a 5 unidades. Sin embargo, los edificios siguen construyéndose de a uno, algo que hace muy lento al juego. Lo bueno también es que añadieron los puntos de reunión. Además, ahora tenemos algo más diferenciados a los dos bandos, GDI y Nod. Construyen igual, sí, pero con algunas estructuras no pasa lo mismo en uno y otro bando. Por ejemplo, con las torretas, con la GDI primero hay que construir un soporte de la torreta y emplazarlo para después recién elegir qué tipo de torreta queremos (anti-infantería, anti-vehículos o anti-aérea); con Nod sólo emplazamos las torretas láser como siempre lo hicimos. Para torretas anti-vehículos tenemos los tanques Tick que se transforman en ellas. En TS también podemos hacer buen uso del terreno, destruyendo puentes, por ejemplo. Los puentes pueden destruirse, haciendo que las unidades que estén sobre ellos caigan y mueran. Pueden repararse usando ingenieros llevándolos a las casillas que están a los costados del puente. También el terreno se deforma: de tantos impactos y explosiones, puede hundirse o pueden crearse cráteres que impiden la construcción de edificios. 

  El entorno que nos rodea es aun más peligroso que en el primer juego. Los campos de tiberio, además de matarnos a las tropas de a pie si lo cruzan, provocan que nuestras unidades se conviertan en mutantes llamados visceroids, una cosa gelatinosa que puede llegar a atacar a  nuestras edificaciones y a nuestras tropas. Hay que matarla cuanto antes porque va a seguir creciendo y aumentando su capacidad de ataque. También hay que tener cuidado con los demonios tiberianos (Tiberian Fiend), especie de lobo negro con tiberio en su espalda. Puede que este mutante se nos alíe y nos ayude a eliminar tropas enemigas, aunque quién sabe. También hay zonas que no son campos de tiberio, sino como redes de color naranja que si las tropas de a pie las pisan, mueren. ¡Y ojo con el fuego de las explosiones!

  Las superarmas siguen presentes en TS. La GDI sigue teniendo a su cañón de iones, pero el Nod ya no posee el misil nuclear. En vez de eso posee el misil tóxico, que libera gases de tiberio que intoxican a nuestras tropas y corroen edificios y vehículos, así que mucho cuidado. También se añade una súper unidad, el Mammoth Mk II de la GDI, una especie de elefante mecánico muy lento, pero destructivo. Sólo podemos tener uno en el mapa. Con él se añaden otras unidades robóticas, más futuristas y menos contemporáneas como sucedía en el primer juego de esta saga. Tenemos también transportes anfibios, subterráneos y otras rarezas del estilo. 

MODOS DE JUEGO.
  En TS tenemos los modos clásicos: Campaña, Skirmish y Multiplayer. En el modo campaña, tenemos dos campañas, una para cada bando. Si elegimos GDI, deberemos ayudar al comandante McMillian en su lucha contra Kane y el Nod; si elegimos Nod, ayudaremos al comandante Slavik y a Kane a enfrentar a la GDI. Muy simple. La campaña sigue la misma estructura que la del primer juego, con el mapa desplegándose ante nosotros y dándonos a elegir qué misión queremos hacer. Pueden haber variantes, así que si queremos jugar a todas las misiones debemos rejugar la campaña. En el modo skirmish, configuramos la partida y seleccionamos el mapa para jugar. 

GRÁFICOS, SONIDO, MÚSICA.
  Los gráficos, obviamente, son mejores que los de Tiberian Dawn. Ahora la perspectiva es isométrica, en vez de cenital (aérea). El ambiente es muy bueno, bien post-apocalíptico, de destrucción, de guerra. Sin embargo, hay algunas unidades mal dibujadas. Los videos siguen siendo con actores. Esta vez usaron actores famosos (el comandante McMillian es el protagonista de la primer Terminator) y le dieron a los videos una estética más de película. En el primer juego los actores nos miraban a la cámara y nos daban las órdenes de la misión; aquí no sucede esto, es más parecido a como si estuviéramos viendo una película. El sonido es correcto, pero la música es mala. Poco inspirada y no tan buena como la de Tiberian Dawn. 


EXPANSIÓN
  En 2000, Westwood lanzó la expansión de TS, Firestorm, que introducía nuevas unidades, nuevos mapas y dos nuevas campañas. Esta vez la GDI y el Nod unían fuerzas por primera vez en su historia para luchar contra una súper computadora llamada CABAL. Las misiones son bastante jodidas, así que son todo un reto. La expansión añadía también nuevos temas musicales, pero en lo personal, no me agradan mucho. En sí, Firestorm es un muy buen añadido para el TS, con unidades interesantes y dos muy buenas campañas.





PARA IR TERMINANDO...
  TS fue un juego interesante, que vino a renovar la saga C&C, aunque se quedó corto en algunos aspectos referente a la jugabilidad, como la construcción lenta o la producción en cola. Pero las mejoras definitivas vendrían con Red Alert 2. La saga tiberiana fue congelada luego de que Westwood cerrara sus puertas y cancelara el desarrollo de la tercera entrega, C&C 3: Tiberian Incursion, juego que en 2007 vería la luz bajo el nombre de C&C 3: Tiberium Wars. Hasta la próxima nota! 

  

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